Realizar un ayuno antes y durante la realización de las limpiezas de colon puede aumentar los beneficios de las mismas. En esta entrada os explico el protocolo de ayuno a seguir en cinco pasos muy sencillos.
1. Empieza comiendo alimentos reales y grasas saludables en cada comida
Tu alimentación no tiene que cambiar de forma radical de la noche a la mañana para realizar un ayuno. A la gente le lleva tiempo realizar cambios considerables en su alimentación a largo plazo. Empieza reduciendo el consumo de azúcar refinada y procesada. Intenta consumir alimentos reales y naturales y aumenta el consumo de grasas naturales en cada comida. Algunos ejemplos de grasas naturales son los aguacates, el aceite de oliva, la mantequilla, el ghee, el aceite de coco, los huevos, los frutos secos y las grasas animales de buena calidad.

2. ¡Deja de picar entre horas!
No puedo decirlo lo suficiente: ¡no piques entre comidas! Come tres veces al día: desayuno, almuerzo y cena. Si tienes hambre entre comidas, piensa cuál es el motivo. Quizá solo tengas sed. A menudo la confundimos con hambre.
Quizá tu trabajo sea estresante y no es que tengas hambre, sino que el estrés te hace sentirla. O quizá realmente tengas hambre. Si ese es el caso, aumenta el consumo de grasas saludables en las comidas.

3. Sáltate una comida al día
Intenta saltarte el desayuno o la cena y comprueba cómo te sientes. Escoge la comida que sea más difícil hacer debido a tu horario y tu apetito.
Cuando empecé a ayunar, decidí saltarme el desayuno. No tenía hambre por las mañanas y siempre iba apurada por salir de casa. Tenía más tiempo por la noche para preparar y disfrutar de una cena sana por la noche.

4. Aplica la regla de “una hora”
Si cenas, intenta cenar una hora antes de lo que lo solías hacer. Aunque entiendo que no todo el mundo puede hacerlo. Si tienes que desayunar más tarde, prueba a comer una comida muy ligera que sea muy baja en carbohidratos. Come la mayor cantidad y la mayoría de los carbos en el almuerzo.
Si prefieres desayunar, intenta esperar una hora antes de desayunar por la mañana. Yo desayuno los fines de semana, pero me aseguro de haberme levantado y estar en marcha antes. Saco a los perros y les doy su desayuno, hago ejercicio ligero, compruebo el correo electrónico, me doy una ducha y me preparo para el día antes de desayunar. De esa forma estoy levantada y moviéndome durante unas horas antes de desayunar.

5. Sáltate dos comidas consecutivas dos o tres veces a la semana
Una vez que los pasos anteriores te sean sencillos, ¡es el momento de subir de nivel! Prueba a saltarte dos comidas consecutivas al día en días alternos de la semana. También le llamamos a esto ayuno de 24 horas.
Siempre les digo a mis pacientes que escojan los días de la semana en los que les sea más difícil encontrar tiempo para comer. Personalmente prefiero ayunar los días en los que estoy en la clínica, ya que es poco práctico encontrar tiempo para comer, disfrutar de la comida y sentirme saciada.
Buena parte del ayuno depende más de la mente que del cuerpo. Si estás ocupado, es fácil ayunar. También te sentirás más saciado cuando te tomes tu tiempo para masticar bien y disfrutar de la comida. Siempre recomiendo a los pacientes que tengan una estrategia al planificar los horarios de ayuno. Si no tienes actividades, planifica alguna; si tienes un día ajetreado y no tienes tiempo de comer, ayuna. Planifica las comidas cuando tengas tiempo de sentarte y disfrutar de ellas.
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